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Tendencias 2022: una guía para utilizarlas a tu favor

Lo que no vas a encontrar en las clásicas revistas y blogs de diseño de interiores tradicional.


Llega Enero y todos los años me pasa lo mismo: La razón y los sentimientos no se ponen de acuerdo en cuanto a lo que observo y leo.


De a poco comienzan a surgir un montón de textos e imágenes que cuentan sobre las tendencias y la moda del año que comienza. Por un lado veo cosas sumamente atractivas e inspiradoras que llaman mi atención pero al poco tiempo la duda aparece y comienzo a preguntarme si tienen que ver conmigo. Es en ese preciso momento que el conflicto interno florece.


En este artículo quiero compartir mi visión sobre las tendencias, cómo las utilizo y 3 pasos para que puedas utilizarlas a tu favor.

Fuente: www.admagazine.com

¿Qué es una tendencia?


Podemos decir que una tendencia es una inclinación hacia algo. Es decir, es un patrón de comportamiento que se repite en un grupo de personas y que refleja determinados valores y deseos (en algunos casos incluso indican status social).


A lo largo de la historia, las tendencias han marcado y definido el estilo de una época. El uso y desuso de diferentes materiales y productos así como las costumbres y la forma de vivir de las personas han sido clave para distinguir cada una de las épocas.


El ser humano, quizás por instinto natural o por herencia, busca pertenecer a un grupo de personas e identificarse con ellas. De esta forma, consciente o inconscientemente, toma determinadas decisiones que lo llevan a consumir y a actuar de una manera particular.


Año tras año diferentes personas vinculadas al diseño se enfocan en observar, analizar y describir las tendencias del año siguiente. A partir de esto, muchas marcas y personalidades se suman a ellas y comienzan a generar productos, servicios y contenido que reflejan las tendencias establecidas.


Fuente: cafeversatil.com

¿Cómo funciona la tendencia en el diseño de interiores?


Cuando nos referimos al diseño de interiores el concepto de tendencia abarca muchos aspectos: desde los materiales y sus aplicaciones, las paletas de colores y el color del año, la iluminación natural y artificial, el mobiliario, sus formas y sus usos, hasta los estilos decorativos que vuelven y sus nuevas adaptaciones, entre otras cosas.


Hacer cambios en nuestros espacios requiere de esfuerzo e inversión de tiempo, dinero y, en muchos casos, de uno para realizar las cosas. Muchas veces, seguir la tendencia nos trae muchas incertidumbres sobre todo porque algunas son más pasajeras que otras y lo que no queremos es arrepentirnos de la decisión tomada (justamente por todo el esfuerzo que implicó).


En algunos casos, lo que termina ocurriendo es que buscamos la forma de hacer esas adaptaciones de forma "low-cost". Miramos tutoriales de cómo actualizar los muebles, cómo pintar pisos y paredes, cómo hacer determinados elementos decorativos e incluso aprendemos a utilizar nuevas herramientas para poder alcanzar nuestros objetivos, entre otras cosas.


Independientemente de la destreza de cada uno, lo que se busca es mejorar el espacio y que se vea más lindo. De eso no tenemos ninguna duda. Pero estos cambios, ¿qué impacto terminan teniendo en nuestra vida?; ¿nos ayudan a construir nuestra identidad?; ¿valió la pena el esfuerzo?; ¿qué va a pasar el próximo año? ¿y el otro? ¿y el otro?.


Con esto no quiero decir que estoy en contra de la tendencia y la moda, todo lo contrario. Como mencioné anteriormente, la tendencia refleja determinados valores, marca una época y nosotros no somos ajenos a eso. Lo importante es aprender a utilizarla a nuestro favor y, por sobre todo, entender el impacto que pueden tener los cambios de nuestros espacios en nuestra vida.


Fuente: historiasdecasa.com.br

¿Cómo utilizar la tendencia?


Recuerdo cuando era niña, mi abuela Sonia viajaba a buenos aires bastante seguido y siempre traía revistas de moda y actualidad que no se conseguían en Uruguay. Nos acostábamos en su cama a mirarlas y comentar sobre cada cosa que nos llamaba la atención. Me parecía sumamente divertido imaginarnos vestidas de determinada forma o cambiar nuestros espacios para que se vean de otra. En ese momento era un juego, sin embargo hoy lo transformé en una herramienta que me permite utilizar la tendencia a mi favor.


Como fuente de inspiración


Las tendencias nos adelantan lo que vamos a ver durante los próximos meses en el mercado. Esto no quiere decir que tenemos que cambiar toda nuestra casa y consumir eso porque "es lo que se usa" y sino vamos a estar "out". Todo lo contrario. Lo mejor que podemos hacer es tomarla como referencia e inspirarnos gracias a ella.


Lo importante en esto es observar la oferta y poder decidir qué cosas tienen que ver nosotros y nos gustaría llevar a nuestros espacios y qué cosas no. La realidad, es que no todo lo que hoy es tendencia nos representa y no por eso tenemos que utilizarlas.


Como reflejo de autenticidad


Como expliqué anteriormente, la tendencia es una forma de reflejar los valores y los deseos que se seguirán durante un período de tiempo. Tiene que ver con manifestar ideas a través de la ropa o de la ambientación de nuestros espacios. De cierta forma lo que ayuda es a expresar la autenticidad de cada uno. Entonces más allá de si nos parece "lindo" o no, lo importante es preguntarnos qué significado tiene para cada uno de nosotros.


En interiorismo cuando analizamos la tendencia visualizamos que, generalmente, hay un concepto que subyace. Podemos utilizar materiales reciclables, evocar a la naturaleza en nuestros espacios, ser totalmente tecnológicos o incluso transmitir alegría y felicidad. Sea cual sea el camino que elijamos, es importante tener presente el propósito de nuestro cambio y del espacio que estamos creando.


Cuando tenemos claro por qué y para qué lo estamos haciendo, el qué y el cómo llegan de forma simple y natural.

Fuente: www.vanidades.com

3 pasos para utilizar la tendencia a nuestro favor


Si este año te propusiste hacer algún cambio en tus espacios y empezaste a mirar la tendencia y lo único que te trajo son más dudas, estos 3 pasos te ayudarán a visualizar tu rumbo.


1. Definir el propósito: Lo primero que solemos hacer cuando sentimos la necesidad de cambio es comenzar a mirar referencias y buscar inspiración. Eso trae dudas y confusión ya que el abanico de posibilidades es enorme. Incluso solemos racionalizar ese sentimiento y llegar a conclusiones apuradas como "ta, tengo que cambiar el sillón" o "ya sé, voy a agregar un espejo y listo".


En este punto te invito a que te des un tiempo para pensar y reflexionar: ¿qué necesito cambiar?; ¿por qué quiero cambiar?; ¿qué siento cuando miro este espacio?; e incluso, ¿qué quiero sentir cuando termine con el cambio?; ¿qué quiero alcanzar?. Las respuestas a estas preguntas te ayudarán a sentar las bases del cambio y funcionarán como filtro a la hora de tomar cualquier decisión.


2. Crear un moodboard: o también llamado tablero de inspiración. Sirve para visualizar en un mismo soporte imágenes, colores, texturas, materiales y palabras clave, otorgando un marco estético y conceptual al proyecto que queremos crear.


El marco conceptual queda establecido una vez definido el propósito. Antes de comenzar a buscar imagenes, recomiendo tomarnos un momento para extraer las palabras clave del propósito y, a partir de ellas, comenzar a dejar volar nuestra imaginación.


Lo importante es observar las referencias seleccionadas y preguntarnos si tienen sentido con el propósito que queremos alcanzar. Es decir, ¿las palabras clave se ven reflejadas?, ¿se transmite la idea a partir de esos colores, texturas, etc?. El objetivo es crear un espacio que tenga un valor especial para vos y que genere un impacto positivo en tu vida.


Te dejo el link de un artículo que escribí hace un tiempo atrás donde explico los beneficios de realizar un moodboard y un paso a paso para que puedas realizar el tuyo. Ver artículo


3. Trasladar al espacio: Una vez creado el moodboard, queda definir de qué forma lo vamos a llevar a cabo.


El primer paso es ser conscientes de nuestra realidad que es la que nos condiciona y marca nuestras propias limitaciones. El tiempo y el dinero suelen ser los dos elementos que más inciden. Por eso, es importante establecer un presupuesto (¿cuánto dinero puedo invertir?) y definir los tiempos para la realización del mismo (¿cuándo lo quiero tener terminado?, ¿cuánto tiempo le puedo dedicar a la transformación?).


Una vez que tenemos esto claro, comenzamos a definir el alcance del proyecto, es decir, ¿vamos a hacer una reforma total o parcial?, ¿qué hacemos con todo lo que ya tenemos en el espacio?, ¿cuáles son las prioridades?.


Pensar en esto nos ayuda a bajar las ideas a nuestra realidad y, aún así, cumplir con nuestro propósito. A partir de esto, solo queda ordenarnos y poner manos a la obra.


No importa que tan radical sea la transformación del espacio, lo que importa es por qué lo estamos haciendo y cómo va a impactar nuestra vida.
Fuente: www.elmueble.com

¿Cuál es el resultado?


Cuando termines de realizar todos los cambios que te propusiste y comiences a vivenciar el espacio te vas a dar cuenta de dos cosas:

  1. El cambio más importante está en tu interior. De a poco vas a ir viviendo tu propósito y eso va a tener un impacto positivo en tu vida.

  2. Cuando mires a tu al rededor, vas a descubrir un espacio con brillo propio que adapta la tendencia a tu personalidad.


Utilizar la tendencia a nuestro favor no es más que tomar aquello que nos gusta y nos identifica, aprovechando lo que nos ofrece el mercado, para covnertirlo en algo que nos transforme y nos permita explorar diferentes aspectos de nuestra personalidad.


 






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